En los últimos meses, el número de accidentes que involucra a niños y niñas en el municipio ha ido en alarmante aumento. La falta de vías de acceso dignas y el deterioro del puentón, sumados a la precariedad de los puentes improvisados que conectan muchas viviendas con las calles y ramales del puentón de la cabecera municipal, han puesto en peligro a los más vulnerables: los niños.
En varias de las emergencias reportadas, menores de edad han resultado heridos tras caer de estructuras inestables hechas de tablones improvisados, utilizadas por muchas familias ante la ausencia de vías de acceso adecuadas. Esta problemática no es nueva y responde a una histórica falta de inversión en infraestructura vial, especialmente en los sectores ubicados en la parte trasera del casco urbano.
La administración municipal ha reconocido las dificultades financieras para la construcción de calles en toda la localidad, lo que ha impedido soluciones estructurales. Sin embargo, la comunidad recuerda propuestas como la presentada en campaña por el exalcalde Conrad Valoyes, quien planteó la compra de una draga para el relleno del casco urbano, solución que nunca se concretó y que podría haber mitigado la crisis de movilidad.
Mientras se buscan alternativas para mejorar la infraestructura, la comunidad debe tomar medidas inmediatas para prevenir accidentes, reforzando los puentes de acceso y, sobre todo, vigilando de cerca a los niños para evitar nuevas tragedias. La seguridad de los menores no puede seguir dependiendo de estructuras frágiles y promesas incumplidas.
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