Un sombrío panorama se cierne sobre el barrio Makent en Riosucio, donde un devastador incendio, que se desató el pasado 14 de abril a la 1:30 p.m., ha dejado una huella de destrucción y desesperanza. Originado aparentemente por un cortocircuito, el fuego arrasó con seis viviendas y afectó a otras seis, impactando profundamente la vida de 8 familias que lo perdieron todo y otras 9 que sufrieron daños considerables.
El día que empezó con normalidad para esta comunidad de gente trabajadora y humilde, terminó en tragedia. Las oficinas de La asociación de Consejos Comunitarios y organizaciones étnico territorial del Bajo Atrato ASCOBA, que servían como un centro de ayuda y reunión para los consejos comunitarios, quedaron consumidas por las llamas, dejando no solo escombros sino también un vacío en el corazón de muchos.
Este incendio es solo uno más de una serie de siniestros que parecen ensañarse contra el municipio de Riosucio. Recordando el doloroso evento del 28 de noviembre de 2020, donde dos personas perdieron la vida, la comunidad enfrenta una vez más el desafío de reconstruir en medio de la pérdida y el luto.
Las imágenes captadas del sitio muestran más que la devastación física; reflejan el dolor y la fortaleza de una comunidad que, a pesar de las adversidades, intenta encontrar caminos para sanar y reconstruir.
Mientras las autoridades y organizaciones coordinan esfuerzos de ayuda y reconstrucción, el espíritu de Riosucio se pone a prueba una vez más. En medio de la tristeza, la comunidad se une con la esperanza de superar juntos esta nueva adversidad, demostrando que incluso en los momentos más oscuros, la resiliencia y la unión hacen posible la recuperación y la esperanza de un mañana mejor.
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