En medio de lo intensos taponamientos que han dejado a 11 comunidades atrapadas, campesinos urgen acciones concretas y denuncian negligencia oficial.
La comunidad campesina en las riberas del río Salaquí, en la zona rural de Riosucio, Chocó, está enfrentando una crisis sin precedentes debido a taponamientos y pérdida de sus cultivos de pancoger, causados por las inclementes lluvias y vientos que han azotado la región en los últimos días. A pesar de las condiciones adversas, los habitantes de estas localidades han permanecido firmes en su llamado urgente a la administración municipal para tomar medidas inmediatas y resolutivas.
El pasado 9 de agosto, este medio de comunicación sacó a la luz la difícil situación que ha dejado a estas 11 comunidades en un estado de alerta constante, la cual también es de pleno conocimiento del gobierno local. Desde entonces, los campesinos han estado lidiando con la falta de acceso a suministros esenciales y servicios básicos, una situación que no puede ni debe pasar desapercibida para las autoridades responsables.
La situación se ha vuelto insostenible para muchos habitantes de estas áreas, quienes enfrentan no solo la amenaza de taponamientos continuos, sino también la falta de respuesta por parte de la oficina de atención y prevención de riesgos y otras entidades competentes. A pesar de la gravedad de la crisis, ninguna acción concreta se ha emprendido para mitigar el sufrimiento de los afectados.
Esta problemática no puede ser ignorada por la administración municipal ni por ninguna entidad competente. Las vidas y el bienestar de los campesinos afectados también forman parte integral de Riosucio, y la inacción en este momento crítico es inaceptable. Los habitantes de las comunidades en riesgo exigen censos inmediatos, distribución de ayuda y la intervención urgente con maquinaria pesada para despejar los cauces del río y restaurar el acceso a sus hogares y tierras.
El tiempo apremia y cada minuto cuenta para las comunidades afectadas del río Salaquí. Es hora de que la administración municipal cumpla con su deber y demuestre que está comprometida con el bienestar de todos los ciudadanos de Riosucio, sin excepción.
La negligencia administrativa no tiene cabida en situaciones de emergencia como la que enfrentan estos campesinos, quienes merecen respuestas y acciones concretas de sus líderes locales.
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