11 personas fueron capturadas y judicializadas por presuntamente mover un andamiaje criminal de producción, procesamiento y salida de cocaína hacia Centroamérica y Europa.
La Fiscalía General de la Nación logró la judicialización de 11 señalados integrantes de una estructura narcotraficante que tendría nexos con el frente Carlos Armando Cacua Guerrero del ELN.
Las investigaciones permitieron conocer que esta red ilegal sería la encargada de mover cocaína y la pasta base de coca desde el Catatumbo (Norte de Santander) hasta Urabá, donde presuntamente culminaba el procesamiento del estupefaciente y se coordinaba la venta a distintas organizaciones que enviaban los cargamentos a países de Centroamérica y Europa.
Las personas que harían parte de la organización fueron capturadas en diligencias de registro y allanamiento realizadas por la Fiscalía y la Dirección Antinarcóticos de la Policía Nacional en Chigorodó y Turbo (Antioquia), San Juan de la China (Tolima), Montería (Córdoba), Ocaña (Norte de Santander) y Mapiripán (Meta).
Un fiscal de la Dirección Especializada contra el Narcotráfico imputó a los detenidos los delitos de: concierto para delinquir agravado; tráfico, fabricación o porte de estupefacientes; y tráfico de sustancias para el procesamiento de narcóticos. Los procesados deberán cumplir media de aseguramiento en centro carcelario.
Andamiaje criminal
El material de prueba evidenció los roles que cumplían cada uno de los presuntos integrantes de esta red narcotraficante. Sobresalen hombres como Alfonso Lucas Castiblanco Martínez, alias Alfonso, quien sería el principal financiador y responsable de la compra de la base de coca. Al parecer, junto con sus sobrinos, conocidos como ‘Neco’ y ‘Don José’, se encargaban del proceso de cristalización de la sustancia en laboratorios ubicados en Riosucio (Chocó).
Por su parte, Arbey Ascanio García, alias Rey, supuestamente, almacenaba la pasta base de coca en botellas plástica y, en complicidad con otras personas, coordinaba el traslado desde Hacarí (Norte de Santander) hasta Chigorodó y Apartadó (Antioquia).
Jesús Antonio Velásquez Hernández, alias Toño, al parecer, dirigía todo lo relacionado con la venta del clorhidrato de cocaína, cuando terminaba el procesamiento. Se le atribuyen contactos con otras estructuras narcotraficantes que pagaban por los cargamentos y se encargaban de sacarlos desde las costas de Urabá.
Otros judicializados en esta operación, alias Aldemar, Mono, Esnel y Gordo serían los responsables de acompañar el transporte de los estupefacientes y alertar en la vía sobre la presencia de controles de la fuerza pública.
A esta organización ilegal le han sido incautados 238 kilogramos de cocaína e insumos químicos. También le fue intervenido un laboratorio en Hacarí (Norte de Santander). En el curso de la investigación, fueron capturados cuatro conductores que llevaban alijos de base de coca y cocaína ocultos en sus vehículos.
Esta acción judicial responde a los lineamientos definidos por el Fiscal General de la Nación, Francisco Barbosa Delgado, en el Direccionamiento Estratégico 2020 – 2024, que priorizó la lucha contra el narcotráfico.