La comunidad considera que no hay condiciones para retornar a sus viviendas.
Una inspección por el territorio para descartar la presencia de grupos armados, es una de las condiciones de las 196 familias desplazadas en Bahía Solano (Chocó) para retornar a sus viviendas.
Los más de 900 indígenas están durmiendo aglomerados en una escuela del corregimiento El Valle, sin elementos de bioseguridad y consumiendo alimentos enviados por la Alcaldía municipal.
Pese al anuncio de la Unidad para la Atención a las Víctimas del envío de doce toneladas de ayudas humanitarias, el líder comunal Manuel Antonio Dojirama, aseguró que no aún han recibido nada del Gobierno Nacional, luego de cinco días de haber salido de sus casas tras el asesinato de uno de sus líderes.
“La primera ayuda llega de nuestro alcalde. De las ayudas humanitarias del Gobierno Nacional no ha habido nada. El miedo de nosotros es que van a salir a vacaciones, no se han pronunciado y no hemos recibido noticias de estas ayudas (…). Las tropas que están allá tienen que hacer un estudio para recorrer el territorio. Mientras no lo hagan, no tenemos el visto bueno para retornar”, señaló.
El alcalde de Bahía Solano, Ulmer Mosquera, dijo que las ayudas se quedaron en anuncios. “Los indígenas siguen durmiendo en el suelo, siguen con la necesidad de tener elementos de bioseguridad y aseo, pero las pocas capacidades que tenemos en el municipio son una gran preocupación, no tenemos forma de suministrarle esas ayudas”, denunció.
Según la Alcaldía de Bahía Solano, las ayudas son enviadas en barco desde Buenaventura y estarían llegando el próximo lunes. Hoy los afectados desayunaron pan con bienestarina entregadas por la administración municipal, ante las dificultades económicas que enfrenta esa población.
Fuente: Sistema Integrado de Información
