Más de 600 personas en Urabá y el Darién chocoano conmemoraron el Día de las Víctimas.

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Un homenaje que se realiza cada año, en cumplimiento a lo establecido en la Ley 1448 de 2011.

Exitoso balance en la asistencia y participación de los sobrevivientes de la subregión Urabá, ayer, en torno a las diferentes actividades y actos programados para conmemorar el Día de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas.

Las conmemoraciones se llevaron a cabo en el norte y sur de Urabá y en los municipios chocoanos de Riosucio y Acandí, los cuales contaron con la asistencia de los entes territoriales, por medio de las secretarías de gobierno, delegados de la JEP, personerías municipales, representantes de la mesas de víctimas y el acompañamiento y apoyo de la Unidad para las Víctimas.

Uno de estos escenarios conmemorativos tuvo lugar en Apartadó. Allí, en el auditorio del Centro Regional de Atención a Víctimas, se dieron cita más de 200 personas, después de realizar una caminata desde el recién inaugurado Parque Sendero de la Reparación Colectiva La Chinita.

Durante el evento, la Alcaldía de Apartadó entregó reconocimientos a la labor de los líderes y lideresas que se destacan por su trabajo arduo y desinteresado en favor de las víctimas, entre ellos, Silvia Berrocal, Ciro Abadía, María Inés Úsuga, Sandiego Zambrano, Olga Úsuga y Birleyda Ballesteros, entre otros.

Por su parte, Elizabeth Granada Ríos, directora Territorial de la Unidad para las Víctimas Urabá-Darién, reiteró el compromiso de la Unidad para seguir acompañando este trabajo de liderazgo. “No podemos conmemorar sin reconocer y destacar esa labor que han hecho las víctimas, hombres y mujeres que han sabido levantarse y seguir adelante”, expresó la funcionaria.

Por otro lado y a través de muestras artísticas, presentadas por la Corporación Camaleón de Urabá, se llevó a cabo un  acto de siembra de árboles por parte de la mesa de participación, evento en el cual se honró a las víctimas y se hizo alusión al símbolo escogido este año para la conmemoración: el árbol, que simboliza la unión, los frutos y las huellas que construyen.

Este fue un escenario reconciliador e incluyente, mediante la destacada participación de la Mesa Diversa, sobrevivientes provenientes de Chigorodó, quienes hicieron un llamado al respeto y la inclusión social como sujetos de derechos.

Así mismo, se destacó la respuesta de los sobrevivientes de los municipios de Chigorodó, quienes vincularon a los niños, niñas y adolescentes a los actos narrativos de la memoria, para darles a conocer la historia del conflicto vivido.

De igual forma, en Riosucio (Chocó), con velas y antorchas culminaron toda una jornada de jolgorio, de conmemoración, y rogativas para retomar la tranquilidad de quienes habitan a la orilla del río Atrato, donde finalizaron las actividades.

Por último, en Necoclí, Carepa, y Acandí marcharon y se convocaron en torno a esta fecha especial para quienes sufrieron el conflicto y no quieren ser olvidados.

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