Habitantes del municipio de Riosucio siguen conmocionados y a la vez conmovidos por la historia de Yaolís Sofía Murillo García, una niña de tan solo 3 años que, tras caer del peligroso puente conocido como “el puentón” el pasado 22 de diciembre, se aferra a la vida con una fuerza admirable. A dos días de su cumpleaños, la tragedia golpeó a esta pequeña y a su familia cuando sufrió una grave herida en la cabeza tras impactar con un clavo, una consecuencia directa del estado crítico de la infraestructura peatonal conocida como el puentón.
Un mes de lucha y milagros médicos
Yaolís Sofía fue remitida de urgencia a Turbo y, dada la gravedad de su condición, trasladada a la Clínica Panamericana. Allí enfrentó dos cirugías complejas, la última de ellas la llevó a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), donde permaneció intubada. Contra todo pronóstico, esta pequeña guerrera ha comenzado a recuperarse, mostrando avances que llenan de esperanza a sus familiares y a toda la comunidad que sigue su caso con el corazón en la mano.
Sin embargo, su batalla no ha terminado. Para continuar con su tratamiento, Yaolís Sofía requiere una resonancia magnética, pero la falta de medios en la clínica donde se encuentra y la necesidad de una UCI pediátrica adecuada han complicado la situación. Sus padres, Yurani Andrea García Arroyo y Jhonatan Murillo, junto con sus abuelos, claman al cielo y a las autoridades por una solución que permita garantizar el bienestar de la pequeña.
El peligro ignorado: el puentón sigue cobrando víctimas
Lo más indignante de esta tragedia es que no es un hecho aislado.
El puentón, ha sido escenario de múltiples accidentes en Riosucio debido a su deterioro evidente y la falta de mantenimiento. La administración municipal, liderada por el alcalde Juan Moreno Mena, avanza a pasos de tortuga en la reparación de esta estructura, mientras la comunidad sigue pagando el precio del abandono institucional.
¿Cuántas vidas más deben ponerse en riesgo para que se actúe con celeridad? La historia de Yaolís Sofía no solo refleja el coraje de una niña que lucha por su vida, sino también el rostro de una comunidad que sufre las consecuencias de la indiferencia de sus líderes.
Un llamado a la solidaridad y a la acción
Hoy, la familia de Yaolís Sofía, especialmente su abuela, apela a la solidaridad de quienes puedan ayudar en las gestiones para que las prestadoras de salud agilicen sus procesos de autorizaciones y cuidados necesarios para su recuperación total. Su historia es un recordatorio de la urgente necesidad de que las autoridades prioricen la seguridad de las infraestructuras públicas, evitando que tragedias como esta se repitan.
Riosucio no puede permitirse más víctimas del abandono. Yaolís Sofía es un símbolo de esperanza y resiliencia, pero también un llamado de atención a una administración que no puede seguir ignorando su responsabilidad. La vida de nuestros niños debe estar por encima de cualquier excusa o retraso.
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