La paciencia de los habitantes de Riosucio está llegando a su límite ante las constantes fallas en el servicio de telefonía ofrecido por Claro, alcanzando un punto crítico esta última semana con una suspensión total del servicio debido a problemas de señal. Esta situación no solo ha generado una ola de indignación entre los usuarios, sino que también ha levantado serias amenazas de tomar medidas drásticas contra las instalaciones de la compañía ubicadas en el barrio El Paraíso, lo que podría escalar a conflictos mayores si no se encuentra una solución pronta.
Mientras tanto, otros sectores de la comunidad están organizando acciones legales y recolectando firmas para presentar quejas formales ante las autoridades competentes, expresando su frustración por sentirse abandonados por la empresa. Los usuarios destacan la ironía de ser presionados para realizar pagos a tiempo bajo la amenaza de ser reportados a las centrales de riesgo, mientras se ven obligados a tolerar un servicio deficiente que no cumple con las expectativas ni con los compromisos adquiridos.
“Nos amenazan con reportarnos a las centrales de riesgo por retrasos en los pagos, pero ¿quién nos compensa por el tiempo perdido y el mal servicio recibido?”, comenta un usuario afectado, que también apoya la idea de exigir respuestas y soluciones inmediatas a Claro.
Esta situación refleja un urgente llamado a la empresa de telefonía Claro para que asuma su responsabilidad y mejore su servicio en Riosucio. Los ciudadanos demandan no solo la reanudación inmediata y estable del servicio sino también un plan de compensación justo por las interrupciones sufridas. La empresa se enfrenta a un momento crítico en el que debe demostrar su compromiso con la calidad del servicio y la satisfacción del cliente, para evitar daños irreparables en su relación con la comunidad de Riosucio y potencialmente con su imagen a nivel nacional.
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