En una jornada marcada por el dolor y la solidaridad, la ciudad de Quibdó se prepara para recibir los cuerpos de las víctimas del trágico derrumbe ocurrido el pasado 12 de enero en la ruta a Medellín, que ha dejado un saldo devastador de 39 fallecidos. Los cuerpos, tras ser identificados en las instalaciones de Medicina Legal en Medellín, han comenzado a llegar a la capital de Chocó.
En una emotiva ceremonia, se realizará una velación colectiva en el coliseo cubierto Bladimiro Garcés, brindando un espacio para que la comunidad y familiares de las víctimas rindan sus respetos y honores fúnebres. La vicepresidenta Francia Márquez y la gobernadora Carolina Córdoba, quienes han estado presentes en el recibimiento, han decretado tres días de duelo en honor a los fallecidos, en un gesto de homenaje y solidaridad con las familias afectadas.
El transporte de los féretros a Quibdó se ha realizado mediante una operación coordinada entre la gobernación del Chocó y la Policía Nacional, destacando el compromiso de las autoridades locales y nacionales en apoyar a las familias en estos momentos difíciles. La gobernadora Córdoba ha asegurado que se han dispuesto todas las condiciones logísticas necesarias para el traslado digno de las víctimas a su tierra natal.
Además, la vicepresidenta Márquez ha reafirmado su compromiso con las víctimas y la región, prometiendo recursos del gobierno nacional para transformar la vía que ha sido escenario de numerosos accidentes mortales a lo largo de los años. Su mensaje enfatiza la importancia de trabajar unidos para superar las adversidades que enfrenta el país.
En respuesta a los pedidos de las víctimas y de la gobernadora Córdoba, la Aeronáutica Civil anunció una intervención en los precios aéreos entre Medellín y Quibdó, que se habían incrementado tras el accidente. La entidad está trabajando en una modificación a los Reglamentos Aeronáuticos de Colombia para establecer una medida solidaria, obligando a las aerolíneas a autorregular sus tarifas en situaciones de desastres naturales y pérdida de conectividad terrestre, basándose en la tarifa del día anterior al suceso.
Este acto de duelo colectivo no solo representa el dolor compartido de una comunidad afligida, sino también la resiliencia y el espíritu de unidad frente a la tragedia. La ciudad de Quibdó, en estos días de luto, se convierte en un símbolo de la solidaridad y el apoyo mutuo en los momentos más difíciles.
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