En una conmemoración emocionante, la comunidad riosuceña, celebra 20 años de incansable labor social y espiritual de la Hermana Elisabeth Ceballos Gómez. Desde el 28 de enero de 2004, está dedicada misionera de las Hermanas Dominicas de la Presentación ha estado al frente de numerosas iniciativas que han marcado profundamente la vida social y espiritual del municipio.
Legado de Marie Poussepin:
Su labor se enmarca dentro del legado de Marie Poussepin, fundadora de las Hermanas Dominicas de la Presentación. Tres siglos después de su nacimiento en 1653, el espíritu de Poussepin sigue vivo en los esfuerzos de las hermanas como Elisabeth, que llevan su caridad y enseñanzas a diversos rincones del mundo.
Contribución en Riosucio:
Desde su llegada en 1973, las Hermanas Dominicas de la Presentación han jugado un papel crucial en Riosucio, especialmente con la creación de la Institución Educativa La Presentación en 1981. La comunidad riosuceña reconoce y valora profundamente el aporte religioso y social de esta congregación durante sus 46 años de presencia.
Una Voz de Paz y Sanación:
La hermana Elisabeth se ha destacado especialmente por su trabajo con mujeres víctimas del conflicto armado en la región. Creando espacios de sanación y reconciliación, ha ayudado a muchas a superar el dolor, el odio y el miedo. Su proyecto, que el periódico El Tiempo ha titulado “El perdón abre la puerta a la esperanza”: textos para la reconciliación, es un testimonio vivo de su compromiso con la construcción de paz.
Promotora de Salud y Bienestar:
Además, su interés en la salud pública ha sido evidente a través de su participación en COAPIBAS, una iniciativa que brinda servicios de atención médica esenciales en Riosucio. La Hermana Elisabeth ha sido una fuerza impulsora en la promoción de la salud, tanto en el centro de atención municipal como en brigadas de salud en comunidades rurales.
Impacto Profundo en una Comunidad Afectada por la Guerra:
La obra de la Hermana Elisabeth ha sido particularmente significativa en un contexto marcado por el conflicto armado. En un lugar donde el miedo y la violencia una vez silenciaron la vida cotidiana, ella y las Hermanas de la Presentación han creado un refugio de esperanza y sanación. Han transformado el dolor en fuerza, guiando a muchas mujeres a convertirse en agentes de cambio y constructoras de paz.
Un Futuro de Esperanza:
Hoy, la comunidad de riosuceña celebra no solo dos décadas de servicio de la Hermana Elisabeth, sino también un futuro de esperanza y renovación. Su trabajo, enraizado en la fe y el compromiso con la justicia social, sigue siendo una fuente de inspiración y un faro de luz en una región que ha conocido la oscuridad de la guerra pero ahora ve el amanecer de la paz y la reconciliación.
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