La Unidad para las Víctimas ha reforzado su compromiso con las regiones afectadas por el conflicto armado en Colombia, especialmente en Chocó, donde las comunidades de Bojayá y Alto Baudó han sido beneficiadas con ayudas humanitarias que superan los 2.500 millones de pesos. Entre el 1 y el 8 de agosto, se entregaron un total de 3.383 kits de alimentos y aseo a familias registradas en el Registro Único de Víctimas (RUV) y por Subsistencia Mínima Étnica (SME).
Los habitantes de Alto Baudó, en las comunidades de Peña Alta, Alto Tmandó, Biaquiruda y otros, recibieron las ayudas a través de los ríos Nauca, Mojaudó y Cugucho. Mientras que en Bojayá, localidades como Chano, Mojaudó y Playa Blanca, entre otras, fueron atendidas con los kits, que llegaron por el río Atrato y fueron distribuidos por ríos menores en lanchas pequeñas.
José Félix García, coordinador de la Guardia Indígena de Albicito, subrayó la importancia de estas entregas al mencionar: “Estamos muy agradecidos por recibir estas ayudas, ya que la presencia de minas y confinamientos nos dificulta salir a cazar”.
La iniciativa no solo cubre a Chocó, sino que también beneficia a seis municipios de Nariño, incluyendo Barbacoas y Roberto Payán, entre otros. Sin embargo, el foco en Chocó resalta la continua necesidad de apoyo en la región, debido a las complejas circunstancias que enfrentan sus habitantes a causa del conflicto armado.
Finalmente, la Unidad para las Víctimas subraya su lema “Cambiamos para servir”, evidenciando su dedicación a la implementación de políticas que buscan superar los rezagos y ofrecer una reparación transformadora para quienes han sufrido las consecuencias del conflicto armado en el país.
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