En un emotivo acto llevado a cabo en la vereda La Piña, ubicada en Turbo, Antioquia, fue inaugurado un monumento en memoria de las 46 víctimas de las masacres ocurridas en marzo de 1988 en las fincas bananeras Honduras y La Negra. El evento reunió a las 13 comunidades de la subregión de Urabá, que han sido protagonistas de una profunda reparación colectiva tras los horribles eventos que marcaron el inicio de una ola de violencia en la región.
La obra fue parte del Plan Integral de Reparación Colectiva (PIRC) de la comunidad de Nueva Colonia y se encuentra en un parque en la vereda La Piña. La escultura contiene los nombres de las 46 víctimas y un recuento de los trágicos hechos ocurridos durante la masacre.
“Esta medida del monumento, en memoria de las víctimas de las masacres ocurridas en 1988 son un paso más en esta ruta de reparación colectiva”, expresó Dora Cano, integrante del comité de impulso del sujeto. Mientras que Cecilia Durango agregó: “Con este monumento a nuestras víctimas no las queremos dejar en el olvido, queremos que todo el mundo las recuerde”.
La jornada estuvo llena de reflexión y oración, uniendo a las familias en torno al recuerdo y honrando a quienes perdieron la vida en la masacre.
Además del monumento, el Plan Integral ha llevado a cabo importantes proyectos en la región, incluyendo una granja avícola, un proyecto piscícola, la entrega de insumos agrícolas y dotación de instrumentos musicales para los jóvenes, así como la recuperación de prácticas tradicionales. Todo ello forma parte de las 42 medidas de rehabilitación, satisfacción y no repetición que han estado en marcha desde octubre de 2014.
El acto también fue un reconocimiento a la recuperación de la confianza y la reconstrucción del tejido social y comunitario, liderado por la Unidad para las Víctimas. La comunidad de Nueva Colonia sigue trabajando hacia un futuro donde los horrores del pasado sirvan como una lección y no como una sombra perpetua.
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