En Riosucio, el barrio popularmente conocido como Makent, pero cuyo nombre verdadero es Avenida Gilbert, sigue clamando por la intervención de la administración municipal ante lo que perciben como un abandono crónico. Los residentes se sienten estigmatizados y desatendidos por sucesivas administraciones locales, denunciando que las mejoras en infraestructura son pocas y distantes entre sí.
Es especialmente destacable que, a pesar de que la administración municipal emprende proyectos de mejora de vías en distintas áreas del municipio, este barrio ha sido repetidamente excluido. Las calles de Makent continúan en un estado lamentable, lo que dificulta gravemente el tránsito de sus residentes. Incluso, se ha vuelto tan problemático que a los habitantes les toca hacer maromas para llegar con sus fieles difuntos a darles cristiana sepultura en el cementerio. Esta situación ha llevado a los residentes a acudir a los medios de comunicación para demandar la terminación de las obras iniciadas.
Lo más irónico de esta situación es que Makent es el barrio donde nació Luis Enrique Mena, un exalcalde de Riosucio. Además, a pesar de su estigmatización, Makent ha producido personalidades destacadas, tales como José Abad Córdoba, Julio Cuesta, Alejandro Moreno, Amador Caicedo, Esteban Moreno (el visco), Juan Moreno, Marcos Moreno, Victor Moreno, Javier Caicedo, Luis Efrén Castro, Milciades Rovira Moreno, Oscar Quejada, entre otros.
Pero más allá de su reputación, Makent es una zona de gran importancia para Riosucio, albergando oficinas estatales vitales como la Fiscalía, el Palacio de Justicia, ICBF, la Policía Nacional y varias instituciones educativas. A pesar de ello, sigue siendo vista por muchos como una vereda más que un barrio integral de la localidad.
Los habitantes de Makent sueñan con un alcalde que cumpla con sus promesas de campaña, como la construcción de una placa polideportiva y un parque infantil. Aspiran también a soluciones prácticas para su vida cotidiana, como tanques de almacenamiento de agua para mitigar la sequía que sufren cada verano, y la finalización de obras en calles claves del barrio, donde se encuentran estructuras peligrosas como varios tramos del puentón en malas condiciones.
La cuestión persiste: ¿Hasta cuándo los residentes de Makent tendrán que esperar para recibir la atención que tanto necesitan de su administración municipal? Sólo el tiempo dirá si estas promesas se cumplirán, o si este barrio continuará luchando por su justa reivindicación.
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