Bancolombia continúa impulsando a miles de colombianos y, esta vez, el turno fue para Ana María Murillo, quien en medio de una problemática encontró una gran oportunidad de desarrollo: crear una planta de energía sostenible y duradera para Unguía, pueblo ubicado en Chocó.
Para materializar este sueño, Murillo y Bancolombia se unieron. Ella contó con la línea de crédito para la electrificación rural y el acompañamiento de todo un equipo que estructuró el proyecto paso a paso.
Chocó: una tierra rica en recursos que necesitaba desarrollo energético
Por muchos años, para los habitantes de Unguía no era rentable tener nevera, televisor o cualquier otro electrodoméstico porque de las 24 horas que tiene el día, aproximadamente 20 las pasaban sin electricidad e incluso, en casos más extremos, semanas.
SPUN SAS ESP a través de una planta eléctrica trataba de llevarle este recurso indispensable a los más de 10 mil habitantes del lugar, sin embargo, la capacidad no era suficiente. No había medidores, el cobro se le hacía a poco más del 30 por ciento de los usuarios y la deserción de casi la mitad de la población hizo que innumerables fincas quedaran abandonadas.
Los habitantes acostumbrados a las condiciones utilizaban velas o lámparas de kerosene para iluminar la noche. Asimismo, la comunidad exportaba maíz, plátano y, al ser un sitio libre de aftosa, la pesca, agricultura y ganadería eran abundantes, por lo tanto, el recurso energético era indispensable.
Surge una gran idea en medio de la crisis
En Unguía la electricidad era tan inestable como impredecible y la planta podía quedar fuera de servicio durante semanas, meses incluso. Tampoco había teléfonos y, si algo fallaba o se necesitaba un repuesto, había que dirigirse al Telecom del pueblo, hacer fila para acceder a una de las tres cabinas disponibles y llamar a Acandí a reportar, ya que la planta y todo Unguía dependía de aquel pueblo.
Ana María Murillo quiso ayudar a esta población en condición de vulnerabilidad liderando el proyecto para construir una planta a base de energía solar fotovoltaica; sin embargo, existían varias limitaciones que frenaban el proyecto, sociales, económicas, logísticas, geográficas, entre otras.
Bancolombia apoyó el proyecto ‘El Sol Brilla para Unguía’ desde los orígenes
Uno de los inconvenientes más recurrentes que tenía Ana María era la financiación de la idea; no obstante, en 2019 encontró en Bancolombia un aliado capaz de ayudarle a sacar adelante el plan de proveerle energía sostenible a Unguía.
Gracias a la línea de crédito para la electrificación rural de Bancoldex y el Banco Interamericano de Desarrollo – BID, la entidad bancaria colombiana pudo apoyarlos.
“Los asesores comerciales del banco entendieron la dimensión del proyecto y su enorme impacto social en la región. Y, a pesar de que por lo novedoso aún no contaba con un marco regulatorio y tenía muchos obstáculos, ellos buscaron los mecanismos para poder prestar el dinero que necesitábamos y así sacar adelante la planta”, señaló Ana María Murillo.
La población y el medio ambiente se benefician en Unguía
Actualmente, la planta híbrida ocupa un área de tres hectáreas, dejando múltiples beneficios para el medio ambiente, ya que utiliza menos diésel de lo normal porque está estructurada con más de dos mil paneles solares.
Asimismo, a la fecha ha mitigado aproximadamente 490 toneladas de CO₂ para el planeta y conforme pase el tiempo será más el impacto positivo porque Genercol SAS ESP, empresa dedicada a mantener la planta, tiene un contrato vigente por 20 años.
“Hoy es raro ver una casa que no tenga un televisor, una nevera, e incluso el mencionado aire acondicionado. “Es que más que un crecimiento, ha habido una explosión. El desarrollo llegó por fin a las vidas de los habitantes de Unguía y es imparable”, comenta emocionada Ana María, la innegable protagonista de esta historia.