Una vez más el recinto de la democracia en el municipio de Riosucio en el Chocó, permaneció bajo llaves impidiendo el ingreso de los ediles para iniciar el más reciente periodo de sesiones.
Las instalaciones del Concejo Municipal de Riosucio, funcionan arrendadas en el primer piso de la sede principal de la asociación campesina del Municipio de Riosucio (ACAMURI). Pero en reiteradas ocasiones, las directivas de esta organización comunitaria, se han visto obligadas a impedir el acceso a los Concejales; esto, como mecanismo de presión para que el alcalde autorice los pagos adeudados por concepto de arriendo.
Y es que a pocos días de iniciar las sesiones ordinarias para la vigencia del año 2023, la Junta Directiva y Representante Legal de “ACAMURI”, decidieron cerrar el lugar donde funciona el Concejo Municipal de este municipio, por aparentes incumplimientos en los compromisos de pagos pactados con la Administración Municipal.
Aunque al parecer se lograron nuevos acuerdos eran 8 meses de arriendo los que la administración municipal le adeudaba a esta Asociación Campesina. Según sus directivas, el compromiso de pago había quedado pactado el año pasado, donde se estableció que el Alcalde Conrad Valoyes, cancelaria el compromiso con los recursos provenientes del predial afro que ingresaron a este municipio para la vigencia del año 2022, pero el acuerdo fue incumplido.
Es preciso señalar que el Concejo municipal cuenta con un recinto destinado para tal fin, cedido en un espacio en la construcción del lugar donde funcionaba el palacio municipal, ejecutado en la administración del exalcalde Ricardo Victoria, pero que hoy se encuentra convertido en una estructura que amenaza ruinas y donde en la actualidad solo funcionan unas cuantas oficinas.
En el primer piso de esta estructura, sesiono por corto tiempo el honorable Concejo municipal de Riosucio Chocó; para luego cederle el espacio al Banco Agrario que solo hasta agosto de 2021 funcionó en dicho espacio. Pero debido a las muchas dificultades que presenta el lugar como la facilidad para inundarse entre otras, en la fecha mencionada el Banco agrario trasladó sus oficinas a unas modernas instalaciones donde funciona hasta el día de hoy.
Lo vergonzoso de conocer que no es la primera vez que el Honorable Concejo de Riosucio queda en la calle por retraso en los pagos de arriendo, es saber que hasta agosto de 2021, el Banco Agrario de Colombia, le cancelaba a la alcaldía todos los meses por concepto de arriendo aparentemente un monto de dinero incluso superior al que la misma alcaldía debería pagar puntualmente a la Asociación Campesina ACAMURI.
Así las cosas, resultaría fácil deducir, si el banco le pagaba oportunamente a la Alcaldía, por ocupar el recinto destinado para el Concejo municipal, la lógica indicaría que de la misma manera el alcalde debería ir al día con los pagos del arriendo a ACAMURI. Pero cruzadas las cuentas, no se logra entender porque tan solo el año inmediatamente anterior, la deuda pendiente por cancelar por parte de la alcaldía a ACAMURI se acercaba a los 11 meses por concepto de arriendo, justamente del recinto donde se le otorgan todas las facultades para desarrollar su plan de desarrollo y demás actividades inherentes a sus funciones otorgadas por la constitución política.
Notiriosucio conoció que hasta la tarde de ayer viernes, a pesar que el compromiso era cancelar la totalidad de los meses adeudados, el alcalde Valoyes, había abonado parte de la deuda. Solo queda esperar si por retraso de pagos del arriendo será nuevamente cerrado el recinto de la democracia en Riosucio, pues ahora la alcaldía ya no cuenta con los recursos que pagaba el Banco y parece que el predial afro e indígena y demás recursos de libre detonación no alcanzan para ir al día con este servicio.
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