Por las circunstancias políticas que atraviesa el municipio de Riosucio Chocó, en las que se han visto implicados algunos hijos de esta hermosa tierra. Como es apenas lógico, se perciben muchas reacciones y comentarios en los que hablan del Karma. Lo que causa curiosidad, obligando a investigar sobre el origen y el significado de esta palabra:
Karma viene del sánscrito (idioma sagrado de los brahmanes). Está formada de Kar (órgano de acción) y Man (Pensador). Así que Karma es algo así como “La energía de la acción sobre el pensador”
“La ley del karma es un ejemplo especial de la ley de causa y efecto, según la cual todas nuestras acciones de cuerpo, palabra y mente son causas, y todas nuestras experiencias son sus efectos”.
En ocasiones el Karma se convoca con la intención de indilgar responsabilidades a terceros, pero no debería percibir el Karma en una sola dirección, en una sola acción, porque si lo hacemos con pretensiones específicas, quizás la motivación para hacerlo proviene de una acción anticipada (Karma).
El karma entonces, es: ¿Toda lo que nos ocurre en la vida diaria como una consecuencia de nuestras acciones, pensamientos o palabras? Bajo esa premisa ¿se podría decir que todo lo que nos ocurre lo merecemos?
En este sentido y solo con una diminuta relación a los dardos que nuestro trabajo periodístico ha recibido por parte de algunos inconformes con los resultados judiciales se hace la siguiente referencia:
“En términos generales, el periodismo es el oficio que tiene como fin la búsqueda exhaustiva y la producción de noticias que informen a la sociedad sobre su contexto inmediato. El periodismo se materializa en cápsulas informativas (noticias, crónicas, reportajes, entrevistas, infografías) que buscan sintetizar un momento o un evento específico”.
En esa intención por informar; no solo se pregunta, sino que se cuestiona. No debería confundirse la acción de investigar, preguntar y cuestionar propia del periodismo; en un contexto que nos acerque lo más posible con la verdad, aunque por lo general la divulgación de esa verdad no resulta conveniente para todos. Con el deber constitucional de la Fiscalía General de la Nación, que es investigar y acusar ante los juzgados y tribunales.
Hemos informado y marcado un antes y después de la práctica del periodismo en Riosucio Chocó. Pero como era de esperarse nuestra función periodística representa una amenaza a la politiquería, a la corrupción y para quienes la ejercen que por lo regular se encuentran en las más altas esferas del poder; o de sus colaboradores que ven la oportunidad de ganar dadivas intentando enlodar nuestra labor.
Los mismo que nos describen como “Amarillista” que seguramente sin saberlo se refieren a “un tipo de periodismo que presenta noticias con titulares llamativos, escandalosos o exagerados para tratar de aumentar sus ventas, aunque por lo general estas noticias no cuenten con ninguna evidencia y sin una investigación bien definida”. (No es nuestro caso)
Estamos conscientes que no a todos les debe agradar lo que hacemos. De hecho, no lo hacemos con esa intención; de lo contrario no pasáramos de héroes a villanos con tanta frecuencia (Nuestro karma).
Presunción de Inocencia
Bajo ninguna circunstancia celebramos la tragedia de ninguna persona o familia, en el entendido que La presunción de inocencia significa, para decirlo de forma sintética, que toda persona debe tenerse por inocente hasta que exista una sentencia firme de autoridad competente en la que se le considere responsable de la comisión de un delito.
Los hechos que ocupan a la opinión pública, no debería ser una razón para intentar “despedazarnos” entre sí, buscar culpables o intentar justificar sino para detenernos a analizar el rumbo del municipio y la deuda histórica de una clase política manipuladora e indolente que paradójicamente cada día, goza de muchos más corderos que sacrifican a los de su misma especie por defender al opresor (entiéndase en términos generales)
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