Bryan Rommel Corrales Bravo sufrió un infarto y tuvo que ser sepultado cerca de un río. ‘La gente prefiere morirse en la selva o que el tiburón se los coma en el mar, que estar en Cuba’, dice un familiar.
Sepultura en la selva del niño cubano Bryan Rommel Corrales Bravo.
El niño cubano que murió el pasado domingo atravesando el Tapón del Darién con parte de su familia fue identificado por autoridades colombianas como Bryan Rommel Corrales Bravo, de 14 años de edad, quien aparentemente habría sufrido un infarto.
El menor de edad fue uno de los sobrevivientes del naufragio del pasado 10 de octubre, de una embarcación que transitaba de Necoclí a Panamá, y donde murió su madre, la cubana Lisandra Bravo Alarcón, publicó DIARIO DE CUBA. Corrales Bravo fue rescatado junto a su hermana pequeña y a su padre, Ronel Corrales.
La Defensoría del Pueblo de Colombia informó a través de su cuenta oficial en Twitter que el cuerpo del niño “no pudo ser trasladado al casco urbano de Acandí por lluvias, ríos crecidos y características del terreno, por lo que los guías lo sepultaron en la selva”, a 50 metros de la desembocadura de la quebrada La Resbalosa al Río Muerto.
Añadió que, con auxilio de funcionarios de Acandí, ya tenían “las coordenadas (del entierro) para que las autoridades hagan las gestiones necesarias”.
“Esperamos que mañana (este miércoles), con nuestros defensores comunitarios, podamos tener nuevamente contacto con la familia de Bryan, cuando ellos lleguen a Panamá. Hemos dialogado con agencias de cooperación para su recibimiento y atención en este país”, informó al respecto la Defensoría del Pueblo.
Carlos Camargo, defensor del Pueblo, lamentó la muerte del menor de edad y reiteró la necesidad de que se establezca un puente humanitario para el paso de emigrantes entre Colombia y Panamá para evitar que se sigan presentando casos trágicos de la población más vulnerable, publicó el diario El Tiempo.
“Después del naufragio solicitamos la ruta humanitaria a los gobiernos de Panamá y Colombia, establecer una vía marítima segura que evite que la gente tenga que atravesar la selva, pero no se ha atendido la solicitud. Urge hacerlo”, admitió el defensor.
“Es una verdadera tragedia lo que pasa en la zona, hemos reiterado la necesidad de una ruta humanitaria para una vía marítima segura entre los gobiernos de Panamá y Colombia, que permita reducir los riesgos del tránsito por el Tapón del Darién a niños, niñas, adolescentes, mujeres gestantes, madres lactantes y personas mayores”, insistió Carlos Camargo.
Desde Miami, Johan Álvarez, familiar del hombre que perdió primero a su esposa y luego a su hijo, lamentó la odisea de los emigrantes cubanos en declaraciones a Univision.
“Yo me imagino cómo está mi primo, destrozado, porque es muy duro”, dijo Álvarez.
“La gente prefiere morirse en la selva o que el tiburón se los coma en el mar, que estar en Cuba”, añadió.
Ronel Corrales entró a la selva junto a sus dos hijos y durante el fin de semana, el varón de 14 años aparentemente sufrió un infarto y murió.
“Motivos tiene, la preocupación de que perdió a su mamá, los dolores que debe tener ese niño adentro o mejor dicho, que tenía ¿Me entiende? Y el papá debe estar muerto en vida”, lamentó su primo en Miami.
A Johan Álvarez le preocupa la larga travesía y los obstáculos que su primo tiene por delante, estando solo con su pequeña de cinco años. Álvarez también cruzó el Darién, en su viaje hacia Estados Unidos.
“Yo lo presencié, que mataban personas secuestraban a la gente. Abusaban de las mujeres, mataban de un tiro a la gente delante de uno”, contó el hombre a Univision.
Por ello no solo pide que su familia llegue a salvo, sino que “la situación cambie en Cuba, para que las personas no tengan que pasar por esta tragedia”.