Nuevas camas para atención de pacientes críticos y avances en suministro de medicamentos e insumos, logros del primer año de intervención.
Tras una evaluación a los indicadores de la Nueva ESE Hospital San Francisco de Asís, de Quibdó (Chocó), la Superintendencia Nacional de Salud decidió prorrogar hasta el 10 de junio de 2022 la intervención forzosa administrativa que mantiene desde hace un año sobre esta institución prestadora de salud.
La decisión de la Supersalud busca dar continuidad a las gestiones realizadas y que se siga trabajando en corregir todos los hallazgos que representaban un riesgo a la prestación de los servicios a los usuarios.
El Superintendente Delegado para las Medidas Especiales, Germán Augusto Guerrero Gómez, manifestó que durante esta época de pandemia el hospital debe seguir garantizando la atención de los servicios.
“La institución también debe mantener el mejoramiento de la infraestructura y la adecuación de las áreas del servicio de urgencias e internación con el respectivo mantenimiento de equipos biomédicos y continuar con la ejecución de recursos para las obras de infraestructura que le permitirá contar con 30 camas UCI, que disminuirán el traslado de pacientes a otras ciudades”, agregó el funcionario.
Desde el 11 de junio de 2020, cuando la Supersalud ordenó la toma de posesión y la intervención forzosa, el centro asistencial ha trabajado para garantizar el suministro de medicamentos, insumos y elementos de protección personal; ha fortalecido la Unidad de Cuidados Intensivos con 10 camas para la atención de pacientes críticos y ha implementado el plan de mantenimiento hospitalario.
En materia administrativa y financiera, el hospital aumentó la facturación promedio mensual pasando de $1.500 millones a comienzos de 2020 a $3.426 millones en 2021, un incremento que ha superado la meta establecida de $3.200 millones.
Adicionalmente, con recursos dados por el Ministerio de Salud y por el Fondo de Salvamento y Garantías para el Sector Salud (Fonsaet) se ha logrado el pago de todo el pasivo laboral del personal de planta y de las prestaciones de servicios correspondientes a los años 2019 y 2020.
Según la resolución 6329 del 10 de junio de 2021, la ESE deberá continuar con la recuperación de cartera y efectuar un saneamiento total del saldo pendiente de pago.
También se resalta la necesidad de trabajar en aspectos como mejorar la operación de los servicios asistenciales y fortalecer los procesos de facturación y radicación.
El cambio del ‘San Francisco’
Personal de la Nueva ESE Hospital San Francisco de Asís destaca la transformación que ha tenido en el último año la institución. “No contábamos con medicamentos y los insumos eran muy pocos”, recuerda la enfermera Rosa Mosquera Potes, quien labora hace más de 18 años en el centro asistencial.
La trabajadora de la salud agrega que hoy, con gran optimismo, el hospital avanza en las obras de infraestructura para aumentar el número de camas UCI y contar con una nueva planta de oxígeno para la operación.
Entre los usuarios, también se reconocen los avances. Xiomara Valencia, habitante del barrio El Jardín, de Quibdó, sostiene que la intervención de la Superintendencia Nacional de Salud le ha permitido también al hospital contar nuevos médicos especialistas. “La atención para los usuarios ha mejorado, y los inconvenientes que he tenido nos los han solucionado de una manera veraz y eficaz; eso antes no se veía”, indica.
Para el agente interventor, Camilo Eduardo Ramírez, el reto es “ofrecer la mejor atención que se merecen los pacientes, garantizar unas óptimas condiciones laborales, suministrar los medicamentos y los insumos, y seguir cumpliéndole a nuestros proveedores”.
Cabe recordar que, al momento de ordenarse la intervención administrativa, la Supersalud evidenció más de 800 consultas represadas, procedimientos quirúrgicos pendientes, deudas con el personal médico especialista, desabastecimiento de insumos y medicamentos, y una deficiente planeación presupuestal.
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