En los últimos días varios Riosuceños han sido víctimas de este flagelo.
El día lunes Julio Hernández González un humilde vendedor de comidas en el municipio de Riosucio se encontraba realizando sus labores diarias en su puesto de trabajo en el barrio makent, y tan solo en un abrir y cerrar de ojos los amigos de lo ajeno se le hurtaron la pipeta de gas propano.
“Lo poco que devengo en mi sitio de trabajos a duras penas me alcanza para lo básico, no tengo recursos para volver a comprar la pipa y al no tenerla lógicamente no puedo trabajar” Dijo Hernández.
De acuerdo con el relato, el afectado manifiesta que no es la primera vez que es visitado por los ladrones, pues hace poco tiempo se le robaron el celular, “A pesar de lo engorroso que fue el trámite para poner el hecho en conocimiento de las autoridades ya la inspectora de policía conoce mi caso” puntualizó don Julio.
Invitamos a la población a denunciar estos casos y esperamos que este flagelo que ya había cesado en esta población no se siga repitiendo.