Hace 36 años llegó de Tagachí (Chocó) Libardo Asprilla, en ese entonces Bogotá para él era una ciudad desconocida, llegó con el sueño de graduarse de economía de la Universidad Nacional, pero sobrevivir en la capital era difícil, tenía $1.000 ahorrados, le alcanzó para sobrevivir una semana, por eso, como muchos colombianos, comenzó a trabajar en el rebusque.
“En ese entonces tenía un compañero paisa que vivía conmigo en la habitación del hostal donde nos quedábamos, él elaboraba unos palitroques que eran unos palitos de masa cubiertos de chocolate, yo los vendía en la calle a 12 centavos”.
“Comencé vendiendo en el espacio público y luego llevé el producto a los colegios hasta el punto que ya muchos estudiantes hacían fila para comprarme, luego las directivas de esos colegios me permitieron ingresar y me volví el distribuidor oficial de este producto”.
Libardo cuenta que el doctor Rafael Piñeros fue quien le cambió la vida porque le dio la oportunidad de comenzar a trabajar en el Banco del Comercio, ya graduado comenzó a crecer profesionalmente.
Después de ser vendedor informal, Libardo Asprilla ahora es el director del Instituto para la Economía Social IPES, fue nombrado por la alcaldesa Claudia López quien le depositó toda su confianza para que tome las riendas de este instituto que tiene como principal objetivo organizar a los vendedores informales en Bogotá.
“No voy a defraudar a la ciudad, no voy a defraudar a ninguno de los actores que convergen en el espacio público, el reto es organizar los vendedores”.
Vía: Caracol Radio