Una nueva jornada comunitaria que acerca cada vez más a centenares de campesinos a la materialización del sueño para llevar la energía eléctrica a las comunidades de Salaquí y Cacarica. En esta última jornada también los estuvimos acompañando.
Cuando nos desplazamos por primera vez a cubrir el inicio de los trabajos, tuvimos que llegar hasta la comunidad de regaderos, pero en esta oportunidad nuestro recorrido fue más corto, esto debido a que las jornadas comunitarias por los cuales estos humildes campesinos dejan sus hogares, y se movilizan en extensas jornadas de caminos
hoy los tienen muchísimo mas cerca de las bocas del río salaquí en el punto de conexión del servicio de energía eléctrica, que cruzó por el río Atrato para electrificar el barrio villa Rufina.
Nos tardó poco menos de 20 minutos para descubrir hombres, cargando troncos de maderas, cortando y limpiando una trocha que esperan se pueda habilitar para solucionar el problema de movilidad en tiempos de sequía. Es decir, con jornadas en la que vienen adelantando dos propósitos a la vez, estos campesinos vienen dejando con sudor y sacrificio sus aportes para que no solo haya energía en sus viviendas, sino que además cuenten con una banca carreteable.