En el municipio de Riosucio se volvió algo monótono observar como los recursos públicos son invertidos en obras que con el tiempo quedan en el olvido sin que los organismos de control tomen cartas en el asunto.
Es normal evidenciar cómo se construyen obras necesarias para esta población ribereña que año tras años anhela un cambio a las precarias condiciones de vida sus habitantes, pero es aún más normal ver cómo estas obras se las come el monte y porque no decir el olvido.
Los Riosuceños son testigos directos de grandes inversiones en obras que nunca le prestan un servicio a la comunidad y que no entienden porque a pesar de que algunas son denunciadas ante los organismos de control dichas denuncias corren la mismas suerte que las obras porque no se las come el monte pero si el polvo en los archivos de algunas oficinas que se muestran negligentes e indolentes ante la grave situación social que atraviesa dicha población.
Hoy la preocupación se debe al estado de abandono en que se encuentran las instalaciones de la inspección fluvial una obra que se ejecutó hace varios años y no se ha puesto en funcionamiento por cosas inexplicables como la cantidad de recursos que se le han invertido a la misma mientras las oficinas de la inspección fluvial hoy funcionan pagando arriendo en una casa de la localidad.
El llamado al mandatario de la localidad para que se subsane esta problemáticas en aras de evitar detrimentos patrimoniales en Riosucio.