“Tu vida se apagó como una vela en medio de la tempestad, pero sabemos que tu espíritu vivirá por siempre en un lugar maravilloso que Dios ha preparado y que llegará el día en el que todos nos reunamos allá arriba y nunca más volvamos a separarnos.”
“Es doloroso pensar que no volveremos a verte y aunque la tristeza que sentimos sea grande, solo nos queda buscar consuelo y pedirle al Señor que te reciba en su santa morada porque fuiste una persona justa que vivía una vida ejemplar.”