Las comunidades desplazadas del río truandó denuncian el incumplimiento a lo pactado en la minga interétnica que se desarrolló en la cabecera municipal de riosucio en la que líderes afros, indígenas y mestizos se dieron cita a dicho evento con el objetivo exigirle al gobierno nacional que les entreguen sus territorios saneados libre de grupos armados y minas antipersonales, la reparación y la respectiva indemnización de las víctimas del conflicto armado, un retorno digno con garantías de la no repetición del conflicto, la canalización de los ríos con el propósito de lograr los servicios sociales, reparación colectiva e individual inmediata, implementación de proyectos productivos para las comunidades, sistemas de electrificación rural, cumplimiento en la implementación de las antenas de comunicaciones, implementación de una emisora interétnica, reglamentación de los artículos cuarto, quinto, sexto, séptimo y octavo de la ley 70 de 1993, y el fortalecimiento de las organizaciones étnicas territoriales.
Puntos que fueron acordados después de extensos diálogos entre la gobernación del chocó, alcaldía Municipal y los altos mandos de las fuerzas militares de la zona; hoy las comunidades campesinas expresaron la gran preocupación producida por el incumplimiento de dichos acuerdos, al punto que han tenido que irse desplazando nuevamente a la cabecera municipal debido a la falta de garantías en el territorio, puesto que muchos de sus coterráneos ha sido víctimas de las temidas minas antipersonales. Prefiero morirme de hambre en Riosucio a morir en un campo minado dijo un desplazado del río truandó.
Deimer Urrutia presidente de la junta directiva de la comunidad de pavas manifestó que el estado les ha echado muchas mentiras pues el compromiso fue de unas ayudas que nunca han llegado, sobre todo paras las 45 familias que están albergadas en el municipio de Riosucio, Estamos viviendo de los hígados como las tortugas porque no hay nada para sustentar, el poco trabajo que hacemos no alcanza para comer, tenemos niños enfermos con unas manchas horribles en la cabeza, las mujeres tienen rasquiñas, no tenemos energía, no tenemos donde hacer las necesidades, se comprometieron con adecuarnos unos baños y no ha pasado nada, nos está acabando el zancudo, cuando llueve nos mojamos porque el techo del albergue está deteriorado, estamos pasando mucho trabajo concluyó Urrutia.
Hoy los afectados con esta grave situación esperan la pronta intervención del problema.
