Para los habitantes de la zona carreteable hoy la falta de agua potable se ha convertido en el pan de cada día, los labriegos de la mayoría de estas comunidades en especial el siete de agosto y Santamaría sufren por la falta del preciado líquido, mientras que en muchos lugares el agua limpia y fresca se da por hecho, en estos es un recurso escaso debido a la falta de agua o a la contaminación de sus fuentes.
Podríamos afirmar que la carencia de agua potable en estas comunidades se debe tanto a la falta de inversiones en sistemas de agua como a las graves sequías que origina el fuerte verano que apenas comienza.
Habitantes como Miguel Méndez manifiestan que obtienen el servicio básico gracias a los ríos fuentes hídricas que pasan muy cerca a sus viviendas, y a los tanques que se cargan luego de los prolongados aguaceros en tiempos de invierno los cuales en épocas de verano desaparecen por completo.
Méndez manifestó tenemos que luchar para conseguir el agua para tomar y manejarnos como podemos para otras necesidades, como las pocas baterías sanitarias que funcionan en algunas comunidades porque a la mayoría les toca acudir a lo que todos llamamos volador, igual es la lucha a la hora de lavar los alimentos para cocinar. Concluyó diciendo que con la falta de agua las comunidades están padeciendo múltiples enfermedades una de ellas y la más común es la diarrea, agregó que le piden al Gobierno Nacional, Departamental y Municipal soluciones a esa problemática que tiene azotadas al 90% de estas comunidades.
